Capricornio

DERRUMBAR

Desde hace tiempo estamos asistiendo al derrumbamiento y muerte de estructuras sociales y políticas que ya no sirven, que contienen mucha oscuridad y que están obsoletas y caducas. Desde hace años, ese derrumbamiento que podemos ver fuera también está ocurriendo en nuestro interior, y es ahora cuando parece que esa estructura de la que nos queremos deshacer, pero en la que seguimos sosteniéndonos, nos está mostrando toda su oscuridad para ver si así reaccionamos y, de una vez por todas, le decimos adiós. Esta es la razón por la que percibimos tanta incomodidad, tanto miedo y tanta limitación. Por eso, salen a la luz memorias del pasado y patrones cristalizados de culpa y de miedo, resistencias y mucha rigidez.

Todos estamos dando muerte a relaciones, a trabajos, a formas de vida, a creencias, a estructuras que no se corresponden ni con nuestras necesidades más íntimas ni con las personas en las que nos estamos convirtiendo, y en estos momentos de tanta fricción interna, de tanta tensión para muchos, es importante que recuerdes que si te atreves a dejar ir, a dar muerte a eso que sabes desde el fondo de tu corazón que tiene que morir, renacerás y serás más libre, más poderoso, más tú.

En estos momentos de tanta limitación, de no saber qué hacer ni hacia donde ir, recuerda que todo, absolutamente todo busca que te puedas cumplir, que puedas expresar al máximo tu potencialidad y tu luz. Recuerda que siempre eres guiado y que si no sabes el camino, puedes pedir dirección.

En estos momentos tan únicos y transformadores, recuerda que no hay nada fuera, que tú eres el responsable de tu vida y que cuando te asumes, tomas las riendas y, pese al miedo, dices “no” a lo que ya no te representa, estás regresando a casa, a tu hogar, a la consciencia de que eres un ser sagrado y completo.

Sé que muchos estamos percibiendo con intensidad la muerte definitiva de eso que nos impide ser quienes realmente somos. Sé que muchos ya han dicho adiós a esas viejas estructuras, trabajos, vínculos o formas de vivir y sé también que otros muchos nunca se atreverán a hacerlo. Y tanto unos como otros formamos parte de un gran cambio de paradigma social. Todos estamos participando desde nuestro interior en esta muerte colectiva que dará nacimiento a nueva sociedad.

Que en este tiempo de profunda transformación, la confianza y el amor inunden nuestros corazones y la claridad y la certeza iluminen nuestras mentes.

Feliz presente,

Almudena Migueláñez.

Photo by Peter Lam

CAMBIO DE NODOS LUNARES

En enero de 2019 y durante todo este año, he compartido contigo información sobre el eje nodal Cáncer-Capricornio. El próximo martes, y después de 18 meses, los Nodos lunares abandonan Cáncer-Capricornio e ingresan en el eje Géminis (Nodo norte)-Sagitario (Nodo sur) donde permanecerán hasta febrero de 2022.

Los Nodos lunares son unos puntos matemáticos en los que se une la eclíptica solar y la órbita de la luna y que representan nuestra evolución. El Nodo Sur o cola de dragón simboliza nuestra zona de drenaje o eliminación, lo ya conocido y que, de alguna manera, deberemos dejar atrás para dirigirnos hacia el Nodo norte o cabeza de dragón, que representa ese proceso que nos es desconocido y que nos servirá en nuestro camino de evolución. 

Transitamos por una etapa de profunda transformación en la que las viejas y caducas estructuras están derrumbándose y como humanidad, hemos tenido la oportunidad de integrar la esencia de las cualidades energéticas representadas por Cáncer (hogar, nutrición, vínculos, vulnerabilidad, atención a lo que sentimos e interiormente necesitamos),y de limpiar, purificar y transformar las cualidades representadas por Capricornio (responsabilidad, estructuras, límites, autoridad, el "deber ser", el "tengo que"). 

El nodo sur en Capricornio nos ha llevado a transformar y a dar muerte a la energía más baja de este proceso, a esa tendencia a cargar con responsabilidades que no nos corresponden, a sostener viejas y caducas estructuras que, únicamente, responden al miedo a ser los constructores de nuestra propia vida. La rigidez, el “tener que”, el “deber ser”, el responder a expectativas externas, a lo que se espera de nosotros, el sostenimiento de estructuras no vinculadas con nuestras necesidades más personales han sido y todavía son los procesos por los que estamos transitando. En estos meses hemos descubierto que no podemos renunciar a nuestras necesidades en beneficio de necesidades que nos son ajenas, que no podemos entregar nuestras decisiones a autoridades externas, que necesitamos asumirnos y reconocer el amor que se esconde detrás de un “no”. Hemos descubierto que nuestra responsabilidad es hacia dentro y no hacia fuera. Hemos aprendido que lo externo debe de ser el resultado del amor y del respeto hacia nosotros mismos y hacia lo que sentimos.

El Nodo norte en Cáncer nos ha invitado a convertirnos en nuestra propia madre, a sostener lo que sentimos, a aceptar nuestra vulnerabilidad y nuestras necesidades, a transformar nuestro hogar interno en una fortaleza. Cáncer y Capricornio nos han llevado a acercarnos más a los vínculos, a reconstruirnos por dentro, a entrar en contacto y conexión con el poder que habita dentro de nosotros y a abandonar y dejar caer todas aquellas estructuras ya obsoletas y caducas que no son reflejo y no dan respuesta a los cambios generados internamente. Nos han mostrado lo poderoso de responsabilizarnos de nuestras necesidades y de convertirnos en padres y madres de nosotros mismos. 

Esta semana, y durante los próximos 18 meses, iniciamos un nuevo camino de evolución, que nos indica nuestra dirección de evolución (Nodo norte en Géminis) y la crisis y transformación de la estructura sagitariana (Nodo sur en Sagitario): veremos como dogmas, filosofías, ideologías y sistemas de pensamiento basados en viejos paradigmas irán transformándose al mismo tiempo que vayamos cambiando nuestras creencias y lo que da, de verdad, da sentido y significado a nuestras vidas. El Nodo norte en Géminis nos dirige por un camino de apertura mental, flexibilidad y consciencia de que no existen verdades absolutas.

Un abrazo,

​Almudena.

Photo by Anderson Rian

Photo by Anderson Rian

EL PODER ESTÁ DENTRO

Cuando se domina lo exterior mediante lo interior, todo se arregla
— El TAO de la larga vida

En un abrir y cerrar de ojos, las estructuras externas se han derrumbado, los grandes sistemas que creíamos firmes y en los que, desde hace siglos, venimos depositando nuestro poder se han caído. No deberíamos olvidar, y más en este momento, que lo externo, no es más que un reflejo de lo interno, porque "como es dentro es fuera”, y porque todos, de alguna manera, y en mayor o menor medida, le vamos dando forma a lo que, después, manifestamos como sociedad.

Si lo de fuera está sufriendo una transformación tan extrema, quizá, todos nosotros tengamos también la oportunidad de implicarnos y comprometernos en una transformación interna. La realidad es que no estamos acostumbrados a estar con nosotros mismos. Tenemos una tendencia natural a escapar de lo que nos asusta y de lo que sentimos. Tendemos a poner parches y un “mejor mañana” a lo que tenga que ver con nuestra vulnerabilidad y con lo que sucede en nuestra casa interna. Nos engañamos con un “ahora no puedo”, no nos escuchamos o, por lo menos, no lo suficiente como para reconocernos y, así, poder amarnos.

No sabemos cuáles son nuestros recursos internos, hemos crecido creyendo que todo está allí afuera, y por eso, ahora que lo externo es incierto y se tambalea, es momento de preguntarnos qué está pasando dentro. Si tengo tres títulos universitarios y una nefasta relación interna, si creo que no soy válido y que no puedo, mis títulos, lo de fuera, no sirven porque no son reflejo de una estructura sólida y amorosa de mi casa interna, porque el punto de partida siempre está en mí, porque la prosperidad, el amor, el poder, la plenitud o lo que sea, nunca vinieron de fuera, porque lo de fuera solo puede reflejar lo que, previamente, yo he despertado, aceptado y permitido dentro. Porque si yo no reconozco mis recursos, nunca los voy a poder ver en su forma física. Porque la conexión entre lo que somos y lo que manifestamos es la clave para levantar macro estructuras firmes y duraderas.

Se nos ha enseñado que lo importante es producir, hacer, fabricar, ser válido, luchar, esforzarse y trabajar. Y esa enseñanza, así, aislada, se queda coja, muy coja. Le falta una parte, su otra polaridad. Y quizá, en estos momentos, lo que más necesitemos sea recordar que el hacer no puede existir sin el ser, que lo de fuera necesita espacio para lo de dentro y que las grandes estructuras precisan de un buen suelo interno. No pasa nada por parar, por dedicarnos un poco de tiempo. No pasa nada por tener miedo, por sentirnos vulnerables, por estar cansados, por escuchar lo que necesitamos, por decir "no puedo”, por no hacer, por no producir, por descansar, por ser imperfectos. No pasa nada, de verdad.

Necesitamos recuperar la fe y la confianza en nosotros, en nuestros recursos. Necesitamos mirarnos y ver si sabemos nutrirnos, si somos capaces de atendernos y de respetar nuestras necesidades. Si estamos cómodos con nuestra vulnerabilidad y también con nuestras debilidades. Necesitamos parar un momento, es una gran oportunidad. Necesitamos reconocernos y reencontrarnos y, sobre todo, necesitamos recuperar todo el poder que, hasta ahora, habíamos entregado a lo de fuera. Y necesitamos hacerlo porque vivir desde la conexión interna permite que lo externo funcione y permanezca.

El equilibrio entre intervenir y dar un paso atrás, entre parar y accionar, entre esforzarse y relajarse es fundamental para que todo fluya en perfecta armonía y orden. Solo tenemos que observar lo que está ocurriendo en la naturaleza, y así, podremos darnos cuenta de que el no hacer permite que todo fluya y se coloque.

Y ese es mi deseo, dar un paso atrás, dejar de intervenir para que todo fluya y se coloque.

Feliz presente,

Almudena Migueláñez.

Photo by Muhamad Rizal Firmansyah

Photo by Muhamad Rizal Firmansyah